Me diagnosticaron en el mes de octubre de 2013. Todo empezó con un bulto en el pecho izquierdo, que enseguida supe que era un tumor. A esta malísima primera noticia le siguieron otras aún peores debido a la gravedad de la enfermedad. Aunque en tiempo todo fue realmente rápido (en un mes estaba en tratamiento) yo lo viví como un cuentagotas en el que cada prueba a la que me sometía iba seguida de una revelación más desalentadora que la anterior.
A medida que pasaban los días de este mi primer mes con cáncer iba sintiéndome cada vez más desanimada y aterrada, no podía dormir porque tenía pesadillas, … ni siquiera podía hablar de lo que me estaba ocurriendo.
Así, coincidiendo con el inicio de mi tratamiento de quimioterapia, comencé a asistir a las clases de yoga que se impartían en mi barrio. Creo que fue una de las mejores decisiones que tomé en el plano emocional. Me ayudó, poquito a poquito, a serenar mi mente y centrar mis fuerzas en curarme. También logré hacer una actividad física a lo largo de todo este proceso que me vino genial para estirarme y mantenerme ágil.
Mis compañeras y mi profesora de yoga me vieron con pelo, sin pelo, y más tarde también fueron testigo de cómo éste volvía a crecer. Para mí se trata de un grupo especial que emite una energía positiva y al que tengo mucho cariño.
Nunca dejé de ir a las clases, aunque estuviera fatigada por la medicación ya que aún en esos días volvía a casa sintiéndome mucho mejor. De hecho, a día de hoy practico un poco por las mañanas, nada más levantarme.
Todo esto fue lo que yo obtuve del yoga, mi experiencia personal. Ahora os cuento qué es…
El yoga es una antigua filosofía india que se practica desde hace miles de años. Combina la adopción de una serie de posturas, la meditación y el control de la respiración para alcanzar beneficios físicos y emocionales para la salud.
Así, el yoga tiene cantidad de beneficios, tanto a nivel físico como mental:
- Reduce la ansiedad
- Mejora el estado de ánimo
- Reduce la fatiga y el estrés
- Mejora la calidad del sueño
- Alivia el dolor y balancea las emociones
- Mejora la circulación y estimula el sistema inmunológico
- Aumenta la flexibilidad y mejorar el tono muscular
- Aumenta la concentración
Además, se puede practicar en cualquier lugar, también desde casa.
Espero que os haya gustado y os animéis a probarlo!
Fotos: Lucía Mera, Profesora de Yoga.
💪🏻 mola mucho el yoga contigo!
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Me encanta….
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Totalmente de acuerdo contigo en los beneficios. Nos vemos en la práctica, compi!
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Gracias guapa!
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[…] os expliqué en este post, el yoga me ayudó de muchas formas, y de mi profe de yoga aprendí a abrazar el presente y eso, […]
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