Las setas son unos vegetales extraordinarios llenos de minerales (potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, sodio), vitaminas y enzimas que ayudan a la digestión.
En Japón se comen muy habitualmente, y los que las consumen de forma regular presentan una mortalidad por cáncer muy inferior a la del resto de la población.
¿Por qué?
- Se ha demostrado que las setas estimulan el sistema inmune, aumentando el número de células inmunitarias y su actividad, con lo que frenan el crecimiento de las células tumorales.
- Ayudan a prevenir el cáncer. Con un consumo regular se puede llegar a disminuir el riesgo de algunos tipos de cáncer hasta un 50%.
- Mejoran la eficacia de la quimio y de la radioterapia.
- Atenúan los efectos de los tratamientos de quimio y radio, sobretodo ayudan a disminuir los vómitos.

Las setas más antitumorales son maitake, shiitake, champiñón del sol, reishi y champiñones (las más conocidos en occidente). En otra ocasión os hablaré de cada una de ellas detenidamente. Es fácil encontrarlas en grandes superficies tanto frescas como deshidratadas. El agua utilizada para hidratar las setas no se tira, sino que puede aprovecharse como agua de cocción o incorporarlo directamente al plato que estemos haciendo.
Os animo a consumirlas a diario, introduciéndolas en sopas, cremas, patés, guisos, sofritos, ensaladas, etc. Y para ponerlo en práctica, aquí va la receta de esta sabrosa crema!!
Ingredientes:
- 200 gr de puerros
- 800 gr de champiñones
- 1 litro de caldo de verduras (se puede sustituir por agua)
- 100 ml de leche vegetal
- 50 ml de leche de coco
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- Un poco de cúrcuma fresca rallada (se puede sustituir por 1/2 cucharadita de cúrcuma en polvo)
- Un poco de pimienta negra
- Sal al gusto

Preparación:
Limpiamos y cortamos muy finitos los puerros. Los sofreímos en una olla con un poco de sal, aceite, la cúrcuma y la pimienta negra, hasta que estén pochados. Reservamos.
Limpiamos los champiñones y los cortamos en cuartos. Reservamos 3 ó 4 crudos para adornar los platos al final. El resto los disponemos en una sartén con un poco de aceite, sin que estén muy apiñados. Cocinamos a fuego medio hasta que estén dorados y se añaden a la olla de los puerros.
Agregamos también el caldo de verduras a la olla y cuando esté hirviendo, cocinamos a fuego lento durante 10 minutos. Entonces incorporamos la leche de coco y dejamos que reduzca 5 minutos.
Por último, trituramos todo. A la hora de servir, adornamos los platos con los champiñones crudos laminados que habíamos reservado, y a disfrutar!!! Espero que os guste y os animéis a probarla. A mi me encanta!!