Muy buenas a todos!! Hoy quiero hablaros de las emociones, algo, como tantas otras cosas, a lo que yo prestaba bastante poca atención antes de mi enfermedad.
Todos hemos oído hablar de cómo influyen las emociones en nuestra salud, incluso la relación del estrés con el cáncer y la aparición de metástasis. Podríamos resumirlo en el típico comentario: “Es muy importante la actitud del enfermo a la hora de curarse”.
Echando la vista atrás, este es un aspecto en el que he cambiado mucho y quiero compartirlo con vosotros.
Tras el diagnóstico tenía tiempo y unas ganas gigantescas de curarme, así que pensé que lo mejor sería centrar todas mis fuerzas en el tratamiento y recuperación. Creo que el hecho de sentir la muerte cerca, fue lo que me impulsó a, por si acaso, querer disfrutar de cada minuto que la vida me regalara. Pensaba que era posible que dispusiera de poco tiempo, y quizás eso no pudiera evitarlo, pero, pasara lo que pasara, lo que sí que estaba en mi mano era disfrutar de cada día que tuviera. Así, sin pretenderlo, comencé a despertarme cada día dando gracias por el nuevo amanecer, por lo que tenía, por poder salir a la calle y caminar, poder mirar el sol, abrazar a mi familia, leer un buen libro, reír con los amigos, cocinar un rico plato escuchando música, …
Está claro que había muchas cosas que debido a las circunstancias no podía hacer (no podía trabajar, no tenía pelo, estaba cansada, tenía efectos secundarios aunque de poca importancia, …). Sin embargo, en lugar de centrar mis pensamientos en lo que no podía hacer, puse el foco en lo bueno que podía hacer cada día. Eran pequeñas cosas, pero que gracias a todo este proceso comencé a atesorar y darles el valor que merecen. En definitiva, se trataba de identificar los pensamientos negativos para no obsesionarme, dejarlos a un lado y sustituirlos por pensamientos positivos. Pesaba continuamente que me estaba curando, que todo lo que hacía iba encaminado a sanar y seguir disfrutando de la vida.
También aprendí a analizar más mis sentimientos y los de los demás. De este modo dejé en gran medida de juzgar y de sentir rencor. Todo ello hizo experimentar mucha paz, serenidad, alegría, lucidez y consciencia. Aunque podáis pensar que no tenía motivos para ser feliz, lo era. Y lo sigo siendo.
Esta evolución la achaco a la manera de vivir, a la actual forma en que experimento la vida, y lo que ocurre en ella.
Aquí os dejo ejemplos de algunos de mis pequeños lujos, con los que alejar los pensamientos negativos y disfrutar del momento:
- Salir a caminar sin rumbo fijo, sin móvil, sin compañía, sin metas, sin prisa, sólo por placer de dejar que mis pies me guíen
- Abrazar y pasar tiempo con mis seres queridos
- Caminar por la playa, sentir la arena en los pies y respirar hondo
- Tomar un baño caliente
- Jugar como una niña con mis sobrinas, impregnarme de su vitalidad y olvidar la ansiedad
Estos son los míos, ¿cuáles son los vuestros?
Carpe Diem!!!
Estatoy en Marrakech cansada del día y leyéndole a mi hija Ana antes de dormirnos lo que has escrito hoy.
Gracias por compartirlo. Un abrazo
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Que ilusión q lo leáis desde tan lejos!!! Debe ser precioso, pasadlo genial!!!
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Me encanta leerte Marta , como siempre eres un ejemplo de superación y optimismo .
Un beso grande
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Gracias guapa!! Lo mismo digo!!💪🏼💪🏼
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Suena a tópico, pero es verdad, la felicidad está básicamente dentro de nosotros y no fuera.
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claro que si!
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Qué bonito escribes Marta!!!!!
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Gracias preciosa!
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Precioso!!!
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Lo leo antes de irme a dormir. Así que mi deseo es levantarme mañana y, como tú, dar gracias a la vida y disfrutar de cada minuto. En este tiempo de agobios, voy a hacer lo posible porque me dure….. Gracias por contarnos tu secreto para conseguir esa serenidad.
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Esa es la actitud. Muchos besos
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Gracias Marta por enseñarnos tanto. Bs
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Creo que deberíamos tomar en cuenta está gestión de nuestras emociones que tú has adoptado, sin tener en cuenta la mucha o poca salud que tengamos.
Voy a ponerla en práctica, aunque sea poquito a poco. Gracias como siempre Marta. 😘😘
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Pues sí, lo ideal sería eso, que todos adoptáramos esa actitud, independientemente de nuestro estado de salud. A por ello! Un besazo.
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Me encanta tu filosofía Marta!! Yo intento ser optimista siempre, y cuando me flaquean las fuerzas, leo tu post y me vengo arriba!! Gracias por compartirlo. Un abrazo
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Oleee, muchas gracias!!!
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yo también lo estoy leyendo antes de irme a dormir. y no voy a esperar a levantarme con otra actitud, empezaré acostándome, con buenos pensamientos, con una sonrisa, con un beso, con un poquito de perfume,… no lo dejaré para mañana. Gracias Marta.
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Bravooooo!!
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